El Vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, y el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, ratificaron que el liderazgo de la Revolución está unido y desmintieron que haya diferencias entre los mandos del proceso en el contexto de la enfermedad del presidente Hugo Chávez.

“Nosotros hoy estamos más unidos que nunca, y así va a ser hoy, mañana y siempre por Chávez, por este pueblo”, garantizó Maduro, durante la juramentación y toma de posesión del gobernador del estado Mérida, Alexis Ramírez.

“Nosotros hemos construido una verdadera hermandad. Nosotros somos hermanos y hermanas en Chávez. Hemos construido algo más que simple compañerismo. Somos compañeros de lucha, somos camaradas, somos hermanos”, añadió. Todos los días hay campañas “para tratar de dividirnos”.

“Todos los días dicen que Diosdado (Cabello), que Nicolás (Maduro), que Elías (Jaua), que Rafael (Ramírez) estamos peleados, que estamos enfrentados”, pero es falso, respondió el Vicepresidente.

CHÁVEZ ES EL JEFE

“El jefe de la Revolución Bolivariana se llama Hugo Chávez” y “el Presidente de la República se llama Hugo Chávez”, afirmó el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado bolivariano Diosdado Cabello, al intervenir en el acto de juramentación y toma de posesión del nuevo gobernador de Mérida, Alexis Ramírez.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) “tiene que acompañar a nuestro gobernador para que sea más eficiente” y para criticar lo que se tenga que criticar y apoyar lo que se deba apoyar. El partido no puede quedarse “enchinchorrado”, apeló Cabello.

Afirmó que algunos “chulos” de las revoluciones “están tratando de dividir al movimiento revolucionario, y están muy equivocados. Nosotros somos hermanos en esta lucha”.

Dijo a la oposición que “siga sacando sus cuentas que “se van a volver a equivocar” porque “no hay casquillo que valga, no hay chismes ni intrigas que valgan”.

En Venezuela “nos estamos jugando la vida”, porque “estamos luchando contra un imperio que tiene aquí sus lacayos”, advirtió. La lucha no es contra Primero Justicia, que “son unos batequebrados”, sino contra “los gringos”.

Las órdenes del Comandante “son para cumplirlas”, remarcó Cabello.

El Presidente está “recuperándose de sus males”, con el apoyo de las oraciones de todo el planeta. A la oposición “no le importa la enfermedad del Presidente”, pero al pueblo sí, y ese pueblo sabe que el Jefe del Estado se está tratando con los mejores médicos.

POR AHORA Y PARA SIEMPRE

El Vicepresidente compartió una reflexión sobre la vida militar venezolana y la figura del Mandatario Nacional. “Gracias a Dios” surgió la generación militar que insurgió contra el Puntofijismo, comentó Maduro. A “ese hombre que se crió en un rancho de palma con piso de tierra” y que “se formó como oficial de nuestro ejército y que se forjó como líder revolucionario en filas militares”, un día “lo conocimos”.

Reconoció que el corazón le saltó cuando escuchó a Hugo Chávez con su famoso “por ahora” el 4 de febrero de 1992. “Por ahora quiere decir que viene más, y venía más: aquí estamos”, subrayó. “Y ese líder irrumpió, y desde el primer segundo, por su sinceridad, por su humildad, por haber asumido con grandeza” el movimiento militar y haber llamado a la rendición, se le metió en el corazón a todo el mundo.

“Casi desde el 4 de febrero” no ha habido un segundo “que nosotros no hagamos algo en nuestra vida para ayudar a Chávez, para acompañar a Chávez, para estar con él. Él nos cambió la vida completa”, relató Maduro.

Recordó que Chávez decidió avanzar por la vía pacífica y participar en las elecciones de 1998, y cuando le dijeron que se las podían robar, respondió que era una ventana que se abría.

“Ha sido largo el camino”, confió. Chávez “se convirtió sin quererlo, quizá, en nuestro maestro, en maestro de un pueblo entero”. Definió al Jefe del Estado como “un hombre denso en su pensamiento, pero con una vista de águila” para “ver lo que hay que ver para triunfar”. Con esa capacidad pudo ver que Alexis Ramírez era la persona para asumir la tarea al frente de la gobernación.

El Vicepresidente hizo un reconocimiento a Mérida, que parió una cantera de dirigentes como Tareck El Aissami (gobernador de Aragua) y Alexis Ramírez. “El comandante Chávez no se equivocó cuando puso su ojo clínico y de águila” en Ramírez, dirigente que logró unificar a las fuerzas revolucionarias.

“Aquí no vale la ambición de una persona, o de un grupo o de un partido”, reclamó Maduro.

“Alexis ganó con casi 51% del voto”, y no porque la oposición estaba dividida, enfatizó Maduro. “El otro candidato paralelo, apoyado por algunos grupos y partidos, puso en peligro la victoria de Chávez, de la Revolución en Mérida”, cuestionó, en referencia a Florencio Porras.

“Les hacemos un llamado sincero a todas aquellas personas honestas” y patriotas. “Vengan acá, vengan nuevamente al cauce de la Revolución”.

Maduro convocó a reconstruir “una mayoría amplia para la Revolución Bolivariana en Mérida” y a dar una lección de humildad y espíritu unitario.

Hizo un llamado a las trabajadoras y los trabajadores a ser mejores. “Chávez nos hizo más y mejores seres humanos en estos años. Podemos ser más y mejores servidores públicos”, atender al pueblo, resolver sus problemas y decirle la verdad.

A nombre del alto mando político, del Gobierno Bolivariano, dijo a Ramírez que “cuenta con todo el apoyo” del Presidente, de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela y del pueblo “para hacer de Mérida un estado socialista”.

LA PROEZA DE MÉRIDA

“Fue una proeza lo que hicimos en Mérida” y no podría ser de otra manera, porque en el pecho del pueblo merideño no cabe la traición sino la lealtad al presidente Hugo Chávez, defendió el mandatario entrante, Alexis Ramírez. “Por eso hemos dado el gran ejemplo de haber triunfado” contra la derecha, remarcó.

Destacó que el pueblo sabe resolver y definir, en las peores dificultades, qué debe hacer. “Esa batalla de Carabobo es una realidad, y desde aquí le decimos al comandante Chávez ‘este triunfo es tuyo, Comandante”.

“El pueblo tiene a Chávez en su corazón”, aseguró Ramírez, quien afirmó que Mérida se creció en las dificultades y ahora le corresponde construir la sociedad socialista. Dijo que se comprometía “a construir el socialismo en Mérida”.

“Nosotros no podemos cansarnos ni rendirnos. Nosotros tenemos que estar en la vanguardia”, insistió. Afirmó que defender la Revolución y al Presidente “es una obligación” de las revolucionarias y los revolucionarios.

Ramírez aseguró que la revolución “se restea con el campo y los campesinos”, y definió como una de las líneas estratégicas el sector agrícola. Garantizó que el próximo año se inaugurará el teleférico más alto y más largo del mundo, y que la obra estará acompañada por un desarrollo turístico. “Nuestro propósito es la socialización de la economía, la democratización de la economía”. También convocó a las universidades a incorporarse al proyecto.

El gobernador juró no hacer pactos con la oligarquía, y serle siempre leal al pueblo.

TRUJILLO: UNIDAD

“La unidad es el llamado” del Presidente para el pueblo, remachó Maduro, un poco más temprano, durante la juramentación del mandatario de Trujillo, el líder socialista Henry Rangel Silva.

“La fórmula mágica para mantener esta Revolución es la unión del pueblo”, agregó.

Maduro, en un recuento de la historia del país en los últimos 200 años, recordó que los andinos estaban “con el pecho abierto, con el alma llena de patria, derrotando, como ejército de libertadores” al imperio español, y “sacándolo definitivamente de tierras suramericanas”.

Las raíces del pueblo “pretendieron ser apagadas, fueron traicionadas en el siglo XIX”, explicó, en referencia a las traiciones a la causa bolivariana.

“Todo el siglo XX, de lucha, resistencia de nuestro pueblo, y traiciones y más traiciones” hasta que el 4 de febrero de 1992 salió la generación de militares patriotas a rebelarse.

“Estamos enfrentados a la oligarquía, enfrentados al imperio, y victoriosos”, remarcó.

Se preguntó cuándo en Venezuela hubo un hombre –como Hugo Chávez– que asumiera “a riesgo de su propia vida el proteger al pueblo, el defender al pueblo, el reconquistar nuestra independencia”.

Aseguró que Trujillo ha sido siempre un reservorio de valores morales, y citó a personajes como Antonio Nicolás Briceño y Fabricio Ojeda.

“El comandante Chávez logró unir en una sola corriente histórica revolucionaria todas nuestras luchas”, resaltó.

Maduro recordó que en Trujillo se presentó la disyuntiva sobre las candidaturas, y finalmente se resolvió en hermandad. Contó que el propio Hugo Cabezas, mandatario saliente, llamó a las autoridades del partido para reportar que no había unidad en torno a su candidatura, y puso su cargo a la orden. Le hizo un reconocimiento a Cabezas, porque de haberse empeñado en ser candidato “hubiésemos corrido la suerte” de otros estados como el estado Bolívar, donde los candidatos paralelos “pusieron en peligro la victoria”.

Maduro instó a aprender de los errores y a perdonar lo que se tenga que perdonar, así como a poner el amor “por encima de cualquier cosa”.

“Trujillo sacó la más alta votación el 16 de diciembre, producto de la votación del pueblo” y gracias a la unidad, exaltó.

Por: Vanessa Davies
Fotos: AVN