Tareck El Aissami

Notas / Bolívar

1.Mar.2013 / 10:51 am / Haga un comentario

Las esperanzas de tener un techo propio renacen en el nuevo espacio comunitario Cuna del Libertador, en San Mateo, municipio Bolívar del estado Aragua, donde los consejos comunales de El Orza y La Calera consolidan mejores condiciones para una vida digna.

El proyecto contempla la ejecución de 120 viviendas en el nuevo espacio comunitario Cuna del Libertador, donde avanzan en la concreción de la primera fase de la obra que contempla 60 unidades habitacionales distribuidas en 15 módulos tetrafamiliares, previstas para entregar el 15 de abril. Con esta primera fase serán beneficiadas 265 personas que visualizan una esperanza para salir de la pobreza y la miseria que los llevó a vivir en ranchos de tabla en las faldas de un cerro.

En el sector El Orza, hace 20 años, una empresa privada inició una obra habitacional que fue abandonada. Desde entonces la comunidad organizada lucha por cambiar esa realidad y las precarias condiciones de vida.

Yeinisber Romero, del consejo comunal El Orza, comenta que unas 70 familias comenzaron la lucha por dignificar sus condiciones de vida, hasta lograr la concreción de este proyecto habitacional que contempla viviendas tetrafamiliares, único de este tipo en el país ejecutado por consejos comunales.

Muchas de las familias de esta comunidad aragüeña habitan en una pieza de tres metros. Allí tienen cocina, nevera y hasta las camas, como es la historia de Romero, quien ahora contará con una casa de 62 metros cuadrados, de tres habitaciones, dos baños, sala, comedor y cocina.

“Es un cambio radical tener un techo propio, en el que cada quien puede tener su cuarto con privacidad”, expresó Romero, quien ha vivido de cerca esa experiencia, tras haber convivido durante años con su madre e hijos en una pequeña habitación.

Iris Castillo, brigadista y beneficiaria del sector, no escapa a esta realidad y es una de las mujeres que se embraguetó para hacer realidad este sueño que hoy representa una luz para quienes por años vivieron entre las tablas y el zinc de los ranchos.

“Llegó nuestro momento de tener una casa segura. Muchos esperamos hasta 45 años por este logro y se está haciendo realidad, en menos de un año, gracias al trabajo colectivo de la comunidad”, expresó.

Castillo trabaja sin descanso, de sol a sol, para consolidar este nuevo espacio comunitario. La jornada es de lunes a viernes, comienza a las 7:00 de la mañana y culmina pasadas las 9:00 de la noche.

Le resta importancia a lo duro de la labor porque considera que el esfuerzo y sacrificio vale la pena por sus cuatro hijos y nietos, con quienes convive en un anexo, donde comparte el espacio con cuatro familias más.

Este jueves la ministra de las Comunas y Protección Social, Isis Ochoa, inspeccionó los trabajos de esta obra que contempla una inversión de 14 millones 751 mil bolívares, de los cuales 9 millones 426 mil están dirigidos a las viviendas y 5 millones 325 mil a servicios.

Es la primera experiencia de autoconstrucción del poder popular en la ejecución de viviendas tetrafamiliares a nivel nacional. En paralelo se desarrollan proyectos de agua potable con un 35% de avance, aguas servidas con 85% y vialidad 55%.

El nuevo espacio comunitario plantea la construcción de una panificadora comunal, como proyecto socioproductivo para el desarrollo de la comunidad.

Tomado de AVN
 

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