Notas
Lourdes Reverón (El Aragüeño)
«Toda corrupción es contrarrevolucionaria, antisocialista, antichavista, así se vista de rojo (el funcionario)». Por eso vamos a “un combate contra la corrupción” no se trata de una “cacería de brujas” sino de avanzar en la consolidación de esa ética política que debe estar sustentada bajo los preceptos de la honestidad, el amor y la entrega a la Patria”.
Estas palabras de Nicolás Maduro y ratificadas por Tareck El Aissami, y el inmenso sentido que tienen ante este momento histórico, nos obligan a reflexionar y de nuevo traer el pensamiento del Comandante Chávez y su legado.
Cuando aquel 4 de febrero se hizo pública y notoria su presencia ante todos los venezolanos y venezolanas, fuimos miles los que pensamos “hay esperanza en Venezuela”, y lo seguimos de muchas formas y maneras, unos poniendo en práctica su ejemplo revolucionario, escuchando sus discursos y otros, muy jóvenes aún, creciendo junto a él, como parte de su equipo.
Luego, presenta su proyecto Nacional Simón Bolívar y como primera línea estratégica: La nueva ética socialista, allí uno de los más grandes desafíos es: “La construcción de un Estado ético, vale decir, de una nueva ética del hecho público. Un Estado de funcionarios honestos, eficientes que más que un altar de valores, exhiban una conducta moral en sus condiciones de vida, en la relación con el pueblo y en la vocación del servicio que prestan a los demás. Un Estado del cual se sienta parte el ciudadano. El Estado está llamado a ser el espacio ético por excelencia, si no lo es, el ciudadano no tendrá motivo para serlo. “…”El Proyecto Ético Socialista Bolivariano debe llevarnos a la construcción del hombre nuevo del Siglo XXI. Socialismo y hombre nuevo deben ser sinónimos. No puede pensarse ni concebirse uno sin el otro. Ambos son como el hidrógeno y el oxígeno que se unen para formar el agua. La conciencia moral revolucionaria constituye el motor para dejar atrás la prehistoria humana y entrar definitivamente a la verdadera historia, la sociedad realmente humanista. En definitiva, habrá socialismo cuando exista un hombre nuevo y una mujer nueva”.
Asimismo al Psuv, le dicta la primera línea de acción política: De la cultura capitalista hacia la militancia socialista y allí señala contundentemente que: “Serán las bases del partido las protagonistas de este proceso. No será una rectificación “desde arriba”, sino fundamentalmente desde las bases”.
Para ello todos debemos ser Chávez, debemos ser gigantes que asuman y cumplan su legado en compañía de sus hijos. ¡Chávez vive!
